Para construir nuestro caballo necesitaremos:
- Una botella de refresco de 2 litros.
- Témpera color café o el de su preferencia.
- Un lazo o cinta de aproximadamente 2 metros de largo.
- Cartulina café (o de su preferencia) y hojas (blanca).
- Tijeras y rotulador negro.
- Un pegamento fuerte (silicón)
- Un palo de escoba
1. Vierte la pintura en la botella
Vamos a pintarla por dentro, así no nos mancharemos y el color le durará más tiempo. Para introducir la témpera (que tendrá que estar un poco líquida, se le puede agregar un poquitito de agua) en la botella podemos utilizar un embudo para que sea más fácil.
Ponle la tapa y mueve el contenido por el interior, hasta que veas que está coloreada por completo. Una vez terminado, déjala secar.
Hazlo de forma que dos de los montículos de la base queden centrados hacia lo que será la parte superior
Ha llegado el momento de domar al caballo. Átale la cinta alrededor del hocico y después de anudarlo por la parte inferior, enróllalo alrededor del cuello de la botella para que se mantenga doblado. Después, los extremos servirán de riendas.
Dibuja dos óvalos negros y recórtalos.
Dibuja dos ojos de la forma y color que a ti más te gusten y recórtalos.
Pégalos a la cabeza del caballo con ayuda del pegamento. Vigila que te quedan centrados.
En una cartulina café , o bien en un papel que tú mismo colorees, dibuja las orejas puntiagudas y deja un espacio debajo para poder crear unas pestañas desde las que pegarlas mejor. Haz un corte en el centro.
Dobla las pesatañas hacia detrás y dobla las orejas por la mitad para que queden más reales.
Con la cartulina doblada y el silicón, colócale las orejas al caballo.
Coge el palo de escoba y colócalo enroscando por la boca de la botella. Puedes asegurarlo con cinta aislante o maskin.
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